¿Qué puedes encontrar aquí?
Todas abordamos la recta final del curso con la perspectiva de las ansiadas vacaciones de verano. ¿O no? Porque una cosa era eso de un parón en el trabajo antes de tener peques y otra muy distinta después de ser mamás. A ver, que a madre comprometida y dedicada en cuerpo y alma no hay quién me gane. Pero, es oír eso de “vacaciones de verano” y empezar a fibrilar: casi tres meses por delante y un único objetivo, compaginar nuestro merecido descanso con el de nuestros niños. ¿Te parece un reto imposible? No desfallezcas antes de empezar, ya verás que al final es más fácil de lo que parece.
El momento crucial son esas dos, tres o, en el caso de las más afortunadas, ese mes en el que coincidimos todos. Antes de llegar ahí, ya hemos tirado de variados campus, abuelas, amigas y… hasta vecinas si es necesario para tener “colocados y ocupados” a los peques de la casa. Ahora ya no hay excusas. Los tenemos para nosotras solitas las 24 horas del día. Mejor que planifiquemos bien este tiempo o ni me imagino las consecuencias. Alternativas hay muchas, ¡ármate de “buen rollo” e ilusión y nos ponemos con ello, paso a paso!
Primer escalón: decidir destino
Las vacaciones con niños ya no son lo que eran hace unos años. Las agencias de viajes y organizadores de hoteles se han dado cuenta del enorme mercado que suponen las familias en verano. Una excelente noticia porque hay todo un abanico de posibilidades, en las que seguro encuentras la que os encaja a vosotros. Del clásico veraneo en el pueblo de toda la vida, pasamos a los más sofisticados viajes.
Nosotras vamos a movernos entre los socorridos playa o montaña, con algunas actividades urbanitas por en medio. ¡No todas nos podemos permitir más de 7 o 10 días fuera de casa! El resto del tiempo, hay que buscar actividades y opciones en nuestro entorno más cercano.
Vacaciones de verano si pero antes viajecito
Te dejo unos consejos previos:
- Consensuar sí, pero la última palabra es nuestra. Que los niños se impliquen y nos cuenten lo que les apetecería hacer está genial. Hasta ahí, nada que objetar. La decisión final, sin embargo, es cosa de adultos. Todavía recuerdo aquel verano que mi hija se empeñó en que fuésemos a Disneyland. Imaginaos, agosto, calor, colas interminables y mi tesorito de repente decide que no quiere montar en nada, llora de miedo cada vez que un personaje se le cruza, solo habla de las ganas de ir a la playita como otros veranos. No te rías que te he resumido por encima la experiencia.
- Buscar espacios con interés para adultos y para niños. No se puede, ni se debe, estar todo el día compartiendo actividades. Ni siquiera en vacaciones. Los niños nos enseñan con su sentido común a menudo. Si no, tendríais que haber visto la cara de mi cuñado cuando, después de un par de horitas dale que te pego con los cubitos para hacer castillos en la playa, su hijo de seis años le dijo: “Papá, no te enfades pero ya soy mayorcito para esto de las construcciones. Sigue tú que ya veo que te gusta mucho, yo me voy con este amiguito a bañarme”.
- Aburrirse forma parte de la vida. No me extraña cuando oigo hablar tanto de niños “hiperactivos”, si es que parece que nos hemos empeñado en que no tengan ni un segundo de relax. No sé tú, pero a mí ni se me ocurría irle a mis padres con eso de “me aburro”. Si tienes dudas, consulta a un psicólogo, te dirá que “hacer nada” es necesario para todos, incluidos los peques. Así que, incluye los bostezos entre tu pack de vacaciones.
Ideas que pueden ayudarte con tus vacaciones familiares
Y, ahora, como siempre nos gusta, a lo práctico. Propuestas concretas para divertirte y relajarte este verano de vacaciones con niños.
Si tenéis claro que unas vacaciones de verano sin playa no es verano, te dejo algunos ejemplos de complejos hoteleros en España especialmente pensados para papis y mamis con menores de 12 años:
- El Hotel del Juguete, en Ibi (Alicante) con habitaciones temáticas dedicadas a juguetes de esos que les encantan como Nancy o Playmovil.
- en Mayorca Hotel Can Picafort con un impresionante parque acuático que incluye un barco pirata.
- Hotel Melia Sol Pelícanos Ocas (Benidorm) con el mejor equipo de animadores infantiles que puedas soñar. Mete tu libro preferido en la maleta que a los niños solo los verás para comer y dormir.
Experiencias diferentes, para recordar
- Magic Natura (Benidorm) el sueño para los amantes de la Naturaleza y los animales. El primer experimento mundial que juega a combinar parque acuático y alojamiento entre animales. Piscina Infinita, talleres medioambientales, safaris nocturnos y diurnos… mientras descansamos en cabañas de inspiración balinesa.
- Balneario termal en Andorra (Caldea Inúu), mayor dominio termal europea, donde la relajación y puesta a punto de toda la familia está garantizada. Su zona LIKIDS enamorará a tus peques.
- Cámping Zumaia (País Vasco). Para quienes prefieren viajar con su caravana o tienda de campaña, este lugar es especial. Con parque infantil y numerosas rutas, además de otras atracciones como paseos en barco desde Getaria.
- Finca La Alcaidesa (Cádiz), especialmente pensada para familias a todo riesgo, de esas que adoran los deportes multiaventura. En el marco de un idílico parque natural andaluz, un sin parar entre gymcana, senderismo, escalada, taller ecuestre y otras actividades.
Sin olvidar algunas opciones que no requieran grandes desplazamientos. Por ejemplo, en cualquier población con tradición de veraneantes encontrarás mercadillos que te resolverán una jornada con tus niños. Los hay de todo tipo, en particular les suelen encantar los medievales y los artesanos porque tienen actividades especiales para ellos. A nosotras nos encantan los de Las Dalias (Ibiza), el medieval de Zamora (a mediados de agosto) o el White Summer de Girona.
Sea cuál sea tu decisión final, recuerda que lo más importante es afrontar estos días con el mejor de los ánimos y ganas de pasarlo bien. Te rebozarás en arena de playa o te hartarás de poner árnica para los moratones, pero la sonrisa de los más pequeños será el mejor recuerdo que te traigas en tu vuelta a casa.